Una de las grandes maravillas de lo que se puede disfrutar es de cómo las ballenas jorobadas acuden al agua caliente para poder dar a luz y también aparearse. Por este motivo, muchos turistas no pierden la oportunidad de ir, durante los meses de enero a marzo, en barco hasta las profundidades del océano y ver un auténtico regalo de la naturaleza. "Aproximadamente unas 2.000 ballenas vienen al año", explica Guillermo de Juan.