Una ruta por el interior de la selva para ver el Bali que no conocen los turistas
Las sanguijuelas son uno de los peligros que esconde este lugar
Luis Calero, reportero de ‘Viajeros Cuatro’ y su guía, Alfonso Carrasco, se adentraron en el Bali menos masificado, ese que no conocen los turistas. Para ello, hicieron una ruta por el interior de la selva, donde quedaron impresionados por los paisajes, los sonidos… y algunos de los peligros que albergaba el lugar. Era el caso de las sanguijuelas.
Luis iba preparado para el trekking con unas botas y calcetines de montaña y le sorprendió ver que Alfonso iba en sandalias. Cuando le preguntó al respecto, el periodista casi hubiera preferido no haberlo hecho: “Las sandalias tienen su motivo: si hay sanguijuelas las veo. Si vas en botas se te meten dentro y no las ves hasta que empiezas a sangrar”.
Tras el paseo, el grupo llegó al lago Tamblingan, que se encuentra a los pies del monte Lesung, al norte de Bali. Alfonso explicó que el agua es tan pura que hasta se puede beber de ella (y lo demostró): “Es una zona volcánica y el propio volcán hace de filtro, por lo que el agua sale pura”.
La última parada de esta ruta por el Bali más oculto nos llevó a la cascada Banyumala. “Banyu significa agua y mala, curativa. Agua curativa. Los balineses vienen aquí para sanarse las dolencias”, explicó Alfonso. El paisaje nos ha dejado sin palabras.
El café más caro del mundo cuesta 1000 euros el kilo y está hecho de caca de animal
Alfonso Carrasco es de Trujillo, pero trabaja como ‘travel planer’ en Bali. Fue el encargado de enseñar a ‘Viajeros Cuatro’ uno de los motores económicos de Bali: el café. En concreto, el café Luwak o de civeta, que es la variedad de café más cara del mundo.
“Dicen los entendidos que es uno de los mejores cafés del mundo. De hecho, es el más caro del mundo. Realmente es una cagarruta de civeta”, explica Alfonso. ¿Qué es una civeta? Se trata de un mamífero parecido a un mapache que vive en Indonesia, India y China.
“Un café de mierda, que no es lo mismo que una mierda de café”, cuenta el ‘travel planer’ entre risas. Pero la broma se acaba cuando hablamos del precio: “En el mercado viene a costar 1000 euros el kilo”. ¿Realmente los vale? Alfonso y el reportero de ‘Viajeros Cuatro’ lo probaron y el resultado les pareció muy satisfactorio.
El peligro de consumir drogas en las fiestas nocturnas de Bali: la condena puede ser de pena de muerte
La fiesta nocturna en Bali empieza con la puesta de sol en la playa y acaba al amanecer. Los lugares con más ambiente nocturno de Bali son Kuta y Seminyak, donde Mariona Cañadell, de Sabadell, nos ha enseñado los lugares de moda.
Mariona nos cuenta que el alcohol y el tabaco están permitidos, pero que las drogas no. A pesar de eso, las hay y su consumo puede acarrear “o pena de muerte o 10/15 años en prisión”. En concreto, “por un porro de marihuana puedes estar cinco o 10 años en la cárcel y a lo mejor pagar 100.000 euros de multa”.
También hay “mucha prostitución”, y es habitual ver a hombres mayores con chicas jóvenes, según nos cuenta Mariona.
Un mono de ‘Monkey Forest’ intenta robarle el colgante a la guía de ‘Viajeros Cuatro’
‘Monkey Forest’ está en Ubud (Bali) y es un parque con más de 700 monos que están en contacto directo con todos los visitantes. Son macacos de cola larga, a los que los habitantes de Bali consideran los guardianes del lugar.
‘Viajeros Cuatro’ acude a ‘Monkey Forest’ con Soraya Nicolás, hostelera, que avisa: “Si llevas algo llamativo, como una cámara o unas gafas en la cabeza, los monos te lo pueden quitar”. De hecho, Soraya lo vivió en sus propias carnes cuando uno de estos animales se acercó a ella e intentó quitarle el colgante del cuello. Parece que el animal cogió confianza porque acabó… ¡subido en su cabeza!
El restaurante de Bali en el que te compras un taco y te hacen un tatuaje de regalo
‘Tacos & Tattoos’ es un evento que se celebra una vez a la semana en un restaurante de Canggu, en Bali, y que consiste en que, por la compra de un taco, te hacen un tatuaje gratis. Los reporteros de ‘Viajeros Cuatro’ acudieron al local con Osiris Martínez, 'freelance' que quiere vivir la vida a tope y que se animó a aprovechar la oferta. Aunque al principio le daba un poco de reparo, acabó tatuándose en la muñeca un sol y una ola.