Recorremos el interior del Cañón de Almadenes y descubrimos los secretos del Desierto de Mahoya
El cañón de Almadenes se encuentra entre Cieza y Calasparra y tiene un recorrido de 11 kilómetros.
Durante la ruta hemos descubierto pinturas rupestres que ‘’están declaradas patrimonio de la humanidad de la UNESCO’’.
Juan de la Cruz nos ha adentrado en el Desierto de Mahoya, según él, se trata de ‘’uno de los mejores sitios y más escondidos de la región de Murcia’’.
El cañón de Almadenes se encuentra entre Cieza y Calasparra y tiene un recorrido de 11 kilómetros. Este increíble lugar es una fractura en el terreno que produjo la falla de Socovos, que es la que produjo el terremoto de Lorca.
En este maravilloso recorrido nos acompaña Juan de la Cruz, guía turístico. Según nos explica, un día la tierra se abrió en dos produciendo así una fractura de hasta 100 metros de profundidad y hoy en día el río Segura discurre por el cañón.
Juan nos ha llevado en barca para hacer el descenso por el río a través del cual llegamos al interior del cañón de Almadenes. Una vez dentro del cañón, las paredes son cada vez más altas y elevadas.
Nuestro guía nos ha explicado que el cañón se trata de uno de los lugares más protegidos de la región de Murcia: ‘’Podemos ver diferentes paisajes, flora, fauna. Tenemos animales que viven aquí, que no viven en otras partes de la región, como, por ejemplo, la nutria’’.
Durante la ruta hemos descubierto pinturas rupestres que ‘’están declaradas patrimonio de la humanidad de la UNESCO’’. Antiguamente, los primeros pobladores de la región de Murcia vivián en el interior del cañón porque ‘’tenían agua donde beber, comida de los animales y cuevas donde vivían’’.
Nos adentramos en el Desierto de Mahoya
Juan de la Cruz nos ha adentrado en el Desierto de Mahoya, según él, se trata de ‘’uno de los mejores sitios y más escondidos de la región de Murcia’’. Es una de las zonas desiertas más grandes de la Península Ibérica.
Nuestro guía nos ha explicado que fue cuando la tierra emergió sobre el mar y quedó expuesta al aire, cuando empezó a erosionar, formándose así el desierto.