"De pequeño los niños me decían pobrecito está malito y eso me daba un coraje enorme" confesaba a Pepa Bueno. "Cuando me dijeron que si sabía lo que era síndrome de down dije que sí pero no tenía ni idea. Le pregunté a mi profesor si era tonto y si podía seguir estudiando", recordaba con entusiasmo al rememorar el que pudiera continuar en el colegio donde era tan feliz.