Asunción Carrión, una granadina residente en el Valle de Arán desde hace dos años, considera el Valle de Arán como el lugar perfecto para vivir tranquilamente. No habla catalán ni aranés y no lo considera un hándicap, ya que reconoce entender bien el catalán. Asunción dice que nunca le han exigido hablar catalán para optar a un puesto de trabajo.