Albert Rivera: “Hoy en día quien no comunica bien, no tiene futuro en la política”
cuatro.com
02/11/201423:15 h.Risto Mejide: Has puesto tu culo en España…
Albert Rivera: Bueno, es que Catalunya está puesta en España.
Fuiste de los primeros en este movimiento de nuevos políticos en salir, en 2006…pero tú tienes un pasado. ¿De dónde sale Albert Rivera?
Soy un hijo de clase media trabajadora, hijo y nieto de autónomos, gente que ha tenido que currar mucho, gente humilde como mis padres, sin estudios superiores, montar tiendas…mis abuelos vinieron aquí después de la Guerra Civil desde Málaga, mi padre nació aquí, mi madre en Málaga, una cierta mezcla que los catalanes conocemos muy bien y que llevo con orgullo y no con pesar como algunos.
¿En el cole eras empollón?
No, el problema es que he estudiado siempre a última hora. Era de los que aprovechaba mucho el tiempo. En el colegio me apuntaba a todo, hice muchos años natación, me levantaba a las seis… sacrifiqué tiempo y horas para dedicarme al deporte….y en la Universidad me apunté a una cosa muy “friki” que es la liga de debates universitarios…
A ti que no te gusta hablar…
Y a mí que no me gusta hablar…
Y ganasteis…
Sí, quedamos campeones de España, era un equipo de cuatro personas, eran 60 universidades participando por toda España…fue muy bonito, de las cosas más chulas que he vivido en mi vida.
Nos estamos encontrando contigo que eres muy buen orador, con Pablo Iglesias, que también lo es, es decir una nueva hornada de políticos que utilizan mucho la retórica y precisamente cuando rascas dices: “¿esto no es lo que ya venimos escuchando desde 1960?
A nivel personal defiendo y quiero que en este país la comunicación y la oratoria fuera una asignatura. Hay que incorporarlo a la educación. Me parece que hoy en día quien no comunique bien, además de gestionar bien, no tiene futuro en la política. Me da la sensación. Y al revés.
Eso está claro, pero ¿conviene o no conviene al ciudadano? ¿No se trata más de hacer que de decir?
No, por eso la gente que es suficientemente inteligente no valora solo las palabras sino también los hechos. Yo te puedo decir misa pero si luego hago la contraria, ¿de qué me sirve hablar bien o no hablar bien?