Alberto no siempre tuvo claro que quería dedicarse a la interpretación. "A los 17 años me hubiera metido en una escuela de teatro, pero me daba vergüenza y no me atreví a expresar este deseo. Entré en periodismo y cuando tuve mi primer sueldo me metí en una escuela de teatro por intentarlo", ha contado el actor. Según ha contado, lo pasó mal en la escuela de teatro porque no le resultaba nada fácil expresarse y estuvo a punto de abandonar.