Risto Mejide: ¿Qué tienes tú que no tengan los 50.000 restaurantes que hay en la Comunidad de Madrid para que a ti te den las tres estrellas Michelin?
David Muñoz: No sé qué tengo yo que no tengan los demás. Sé que Diverxo es un sitio único en todos los aspectos por concepto y por desarrollo.
Risto Mejide: ¿Pero de dónde salieron esos ingredientes? ¿Naciste en una familia de cocineros?
David Muñoz: Qué va. Mi padre era perito de coches y mi madre era ama de casa. Mi hermano se dedica también al mundo del automovilismo. Yo era un niño muy friki.
Risto Mejide: ¡Nunca lo habría dicho!
David Muñoz: Ahora ya no soy friki. ¡Tú tampoco nada! Yo era un niño muy friki y con 12 o 13 años cocinaba con mi madre. Me iba con ella al supermercado y los viernes por la tarde me dejaba comprar lo que yo quisiera. Me lo llevaba a casa y el sábado por la tarde me ponía a cocinar. En aquel momento, lo que cocinaba tenía vocación creativa.
Risto Mejide: ¿Ah sí?
David Muñoz: Eran guarradas porque mi mente iba más allá que mi conocimiento.
Risto Mejide: ¿Qué ingredientes cogías?
David Muñoz: Recuerdo un plato que era pastel de calamar con jengibre y cogí un jengibre de sushi rosa horrible y lo metí en la thermomix con nata y huevos. De ahí, al microondas.
Risto Mejide: ¿Aquello era infumable?
David Muñoz: ¡Era infumable! No recuerdo a mis padres comiéndoselo pero como son muy majos y siempre me han apoyado, seguro que se lo comieron.