¿Cómo estás?
Bien, mucho mejor, ya estoy prácticamente bien. Es verdad que me he recuperado con muchísima rapidez y las expectativas de los médicos era que esto iba a ser mucho más lento, pero bueno de todas maneras tengo que hacer rehabilitación. Par estar al 100% va a pasar tiempo, pero lo asumo porque me encuentro muy bien y con muchas ganas”.
¿Qué recuerdas de ese día?
Prácticamente lo recuerdo todo, pero sí que es verdad que aprendí algo que ya sabía pero ese día viví en primera persona, y es que tú no sabes, cuando te levantas por la mañana, que ese día quizá pueda ser el último. Fue un día normal hasta que de repente sufrí un accidente que yo recuerdo perfectamente porque no perdí el conocimiento y me dio tiempo a pensar, ¿me voy a morir? Y sobre todo que no pude hacer nada por evitarlo. Estuve 20 días en la UVI, dos semanas en coma y lo pasé muy mal. La experiencia en una UVI no se la deseo ni a mi peor enemigo. Aun así es una experiencia enriquecedora porque os días son muy largos y te da mucho tiempo para pensar y ordenar la cabeza. La gente que me trató hizo un trabajo increíble.