Rosa Díez y Enhamed Enhamed ponen los puntos sobre las íes a política y deporte
cuatro.com
03/10/201413:44 h.Existen muchas maneras de contar las cosas. Dando rodeos infinitos sin llegar a ningún sitio; con metáforas y sutilezas para insinuar más que decir. O, como es el caso de los dos invitados de “Viajando con Chester” esta semana, de manera sencilla, directa y concisa.
Rosa Díez: “El nacionalismo ha estado en la responsabilidad de todas las guerras”
Su salida de la cúpula del Partido Socialista y su intención de organizar una alternativa a los dos grandes partidos tradicionales fue uno de los grandes revulsivos de la escena política de 2007. Desde entonces, Rosa Díez se ha convertido en la cabeza visible de la formación UPyD.
Siempre en primera fila de la vida pública, sabe que para este viaje que emprende con Risto Mejide, al contrario de otros compañeros de sofá de temporada como Pablo Iglesias o Pedro Sánchez , ella sí trae consigo un abultado equipaje: exconsejera del Gobierno vasco durante 10 años y eurodiputada en Estrasburgo durante otros 8 años más y desde 2008 diputada a las Cortes Españolas.
¿Exceso de peso en la maleta? “Para mí, lo más duro siempre ha sido vivir bajo la amenaza de ETA. Van a tu casa. Donde están tus hijos, tu madre, tu marido. Es lo que realmente más te puede aterrorizar. Tú has asumido un riesgo en tu vida, pero tus niños no han podido decidir. Yo a mis hijos les he hecho sufrir mucho por mis decisiones y por no haber pensado en ellos en primera persona. Y me ha costado mucho comprenderlo. En ese sentido no he sido una buena madre”, admite la política.
Rosa Díez explicará cómo fue su salida de la formación en la que había militado durante décadas, el PSOE. “Zapatero empieza a plantear una política de negociación con ETA. Yo creo que no es eso lo que hay que hacer y empiezo a defender lo contrario”. Tal y como cuenta, no se enfrentó sola a aquella ruptura de filas. “Cada vez que escribo lo que pienso, hay un montón de dirigentes socialistas que sí están en los órganos que me dicen: ‘Sí, tienes razón’. Es el caso de José Bono o Rodríguez Ibarra”.
Con nuevo ideario político y nuevos compañeros de viaje, como Toni Cantó (“Hay mucha gente que no le perdona que sea un actor, que hace política desde el Congreso”), Rosa Diez se lanzó a la arena política desde cero con UPyD en el que su figura y liderazgo siempre han parecido incuestionables, un aspecto que la propia Rosa se encarga de rebatir: “Fundamos un partido político en el que la gente entra libremente y se va libremente. Yo creo que esto no es una religión. Los que se van diciendo que no harán reverencias a Rosa Díez saben que diciendo esto tienen un titular, esta es la pura verdad”. Sobre su posible alianza con la formación Ciudadanos, Rosa también tiene algo qué decir…
Y si de titulares hay que hablar, Rosa sabe que en Risto tiene un duro adversario dialéctico con el que enfrentar la cuestión catalana. La portavoz de UPyD es contundente: “No soy nacionalista. Creo que el nacionalismo a lo largo de la historia de la humanidad ha estado en la responsabilidad de todas las guerras”. ¿Qué opinará Risto? ¿Le rebatirá su argumento o le dará la razón?
Enhamed Enhamed: “¿Cuántos discapacitados tenemos en altos puestos en este país?”
Y como sucedería en cualquier conversación entre un vidente y un invidente donde hay confianza, surgen cuestiones relacionadas a la situación excepcional que vive uno de ellos. Y las respuestas de Enhamed, nuevamente, vuelven a ser directas: “ Soy 100% ciego. No veo nada de nada. Y no echo de menos ver. Si me ofrecerían recuperar la vista, me costaría decidirme. A mi manera, ahora mismo, yo estoy muy bien como estoy”.
Sentado sobre un Chester de diferentes texturas, Enhamed le demostrará a Risto que no hace falta mirar para ver, jugará a adivinar su actitud corporal, sus gestos y hasta la posición de sus manos. Eso sí, el atleta español no dejará pasar la oportunidad que le ofrece este viaje televisivo para poner de relieve la delicadísima situación que atraviesan las personas que se encuentran en las mismas circunstancias que él, pero sin los privilegios de ser un laureado deportista: “Se supone que yo tendría que haber ganado una pasta, ¿no? Pues te equivocas. Quizá un atleta olímpico. Pero un paralímpico…. Las medallas paraolímpicas se pagan a 9.000 euros. A 10.000, para ser exactos, en los últimos Juegos. Las de un atleta olímpico, a 94.000. Calcula la diferencia”.
Enhamed traslada la diferencia a otros ámbitos: “A la hora de la integración solamente hay que analizar una cosa: ¿Cuántos discapacitados tenemos en altos puestos en este país? No hace falta pensar más. Ahí lo dejo”.