La peor etapa de su vida y los comienzos en la música del violinista Ara Malikian: “Fue cuando empecé a vivir en Alemania”
El violinista Libanés se fue a Hanover con 15 años y allí vivió "la peor etapa de su vida", según él mismo cuenta
Pese a pasar un mal año y medio en Alemania, también cuenta que fue un país en que vivió muchas cosas buenas
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Ara Malikian se separó de su familia para vivir en otro país, lejos de ellos, con tan solo 15 años y es que querían que pudieran marcharse de la guerra que se vivía en el Líbano, algo para lo que comenzaron a enviar grabaciones suyas con el violín a casi todas las academias del mundo, siendo este instrumento su único escape: "Era imposible vivir y todo el mundo que podía salía del país".
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Ara Malikian se marchó con 15 años del Líbano a Alemania sin su familia
Su violín fue el pasaporte de salida de la guerra de su país, aterrizó en Hanover, donde vivió momentos muy duros. Su visado para poder estudiar tardó más de un año y para evitar su expulsión tuvo que someterse a una operación de amígdalas. Lejos de su familia, este fue el momento más duro de su vida.
"La opción era estudiar y donde coló fue en Alemania. No sabía nada de alemán y me fui solo, la verdad que fue durísimo", cuenta el violinista Libanés de sus comienzos en este nuevo país para él. "Me acuerdo de esta época como la peor parte de mi vida", asegura, aunque luego todo cambio: "Estuve en Alemania como 5 o 6 años, los duro fue un año y medio, luego me sentí genial en Alemania".
Después de ese duro año y medio, las cosas cambiaron, aprendió cómo se vive solo, como manejarse solo y luego empezó a sacar provecho del violín: "Entré a trabajar, por unas circunstancias muy raras empecé a trabajar en bodas y ganaba mucho dinero para un niño de 16 años". Y esto lo consiguió con una anécdota muy curiosa que cuenta a Risto Mejide.
La curiosa anécdota que cambia todo para Malikian en Alemania
"Fui a un concierto con mi violín, una señora vino a hablarme y yo no entendía nada. Pensaba que yo era un violinista joven de origen judío y me preguntó si quería tocar, yo medio entendía, pero yo siempre decía que sí. Tenía que amenizar bodas seguidas, les encantó y me contrataron los siguientes 4 años. Pensaban que era judío", cuenta y es que esto no solo le dio mucho a nivel profesional.
"Cambió todo, los israelitas no son nuestros enemigos, son gente maravillosa", entona
Para Malikian poder trabajar en bodas judías tuvo mucho más, fue una cosa muy importante él porque en el Líbano le habían enseñado que los israelitas eran sus enemigos, pensamiento que cambió al completo: "Yo gané mi vida, todos mis estudios los hice con amenizando bodas judías. Cambió todo, los israelitas no son nuestros enemigos, son gente maravillosa".