Antes de que Cósima sirviera su plato principal, Pablo ya sabía que estaba a punto de degustar unas riquísimas carrilleras de cerdo. La anfitriona ha servido su puré con mucho miedito, pero no ha podido contener las lágrimas al ver que Pablo y Antonio David repetían, y todos le decían que estaban buenísimas. Antonio David no podía creer que Cósima hubiera preparado una carne tan buena y le ha pedido la receta, pero al ver que ella no se explicaba bien ha tenido claro que su teoría era la correcta.