La conversación de toda la cena se ha monopolizado cuando los comensales han descubierto que Rodrigo no había cocinado su menú. El anfitrión se defendía argumentando que todos los productos eran de "altísima calidad" pero su comportamiento ha cabreado al resto: "Es muy gallito", decía Lorraine.
Además, la concursante ha criticado que Rodrigo tardara muchísimo tiempo en traer unos platos que ni si quiera había cocinado y que su forma de atender a la mesa tampoco era la correcta: "El vino blanco no está a temperatura y ha habido contestaciones que no me han gustado".
En definitiva, la cena no ha sido del agrado de nadie y la actitud de Rodrigo, menos: "No me ha gustado nada en absoluto".