David ha intentado preparar un menú ganador y para ello ha utilizado productos tradicionales y recetas familiares. De primero ha preparado ‘Un gallego en Ávila’ (Carpaccio de pulpo sobre patatas revolconas), de plato principal un ‘Gordo de la lotería’ (Solomillo con boletus) y ha cerrado su menú con el ‘Elixir de Martina’ (Cuajada con la receta de su tía).
Convencido de que la competición había comenzado y que sus invitados iban a ser muy duros con su entrante, David ha servido su plato ‘Un gallego en Ávila’. Noelia ha sido la primera en quejarse y él pensaba que era porque era alérgica al pulpo pero no, era porque en su plato había un pelo. El anfitrión ha reaccionado rápidamente y le ha retirado el plato, pero a Noelia ya se le había atragantado el plato y se lo ha comido con mucho asquito. Tenía la sensación de que iban a aparecer más pelos escondidos en la patata. David estaba convencido de que no podía ser un pelo y sí una fibra textil.
Noelia y Sheila habían encontrado en la habitación de David diferentes objetos que les habían despistado. ¿Cuál era la profesión del anfitrión? David les ha aclarado que no era cura, pero que tenía un traje de arzobispo porque oficio la ceremonia civil de sus amigos en Toledo. Además, les ha contado que se dedica a dar clases de baile y que tiene una academia de baile en Parla. Una información que ha sorprendido mucho porque ninguno hubiera pensado que el anfitrión bailara.
Con la intención de pasar un buen rato y conectar con sus invitados, David les ha propuesto una clase de salsa. Para que todos pudieran bailar en pareja, el anfitrión ha contado con la ayuda de unos amigos, quienes han llenado de ritmo la velada. Los concursantes de Seseña se lo han pasado pipa bailando salsa bajo las indicaciones de David y han olvidado por unos minutos que el solomillo estaba sin hacer.
Otras cenas de la semana:
* Sheila sorprende a sus invitados pero no con sus platos
* El menú poco elaborado y sin detalles de Manolo se salva por los pelos