Durante toda la semana, la tensión entre Maribel y Mayte ha estado latente. La periodista ha juzgado sin tapujos las elaboraciones de todos sus compañeros y, cuando ha llegado su turno como anfitriona, ha probado “de su propia medicina”. Los conflictos, las lágrimas y las críticas han sido los grandes protagonistas de la noche ¡Menuda se ha liado!
Mayte ha sido la primera en llegar a la casa de Maribel y, aunque las dos se han saludado entre piropos, los cuchillos no han tardado en empezar a volar. Para Maribel, Maite lleva imitándole el vestuario desde que empezó la edición y siempre intenta imitarla: “Cada vez que yo me ponía una cosa, se la ponía ella”.
Una vez sentados todos los invitados a la mesa, Maite ha empezado a tomarse su revancha: “Me criticó a mí y sus copas también están sucias. Toma la que va de fina”. La comensal se ríe de las servilletas de papel de Maribel y no se corta en decírselo: “Te estoy poniendo a parir”.
Pero Maribel no está para bromas y se toma muy mal este comentario: “Me parece de muy mala educación”. En sus totales a cámara, Maribel se despacha a gusto: “Creo que quiere protagonismo. Viene a jorobar la noche y no tiene humildad ninguna porque es la que más sabe y la que más entiende. Me está amargando mi noche”.
Y con este panorama, los platos han empezado a salir. El primero, un paté de hígado de rape, no ha sido del agrado de Mayte: “Está bien presentado pero no me ha gustado”. Para Maribel, la razón es que su compañera tiene “una fijación obsesivo compulsiva” con ella y ha venido con una “metralleta” a cenar: “No tengo la sensación de ser la anfitriona hoy”.
Maribel siente que Maite no le deja hablar, opina que es una “bajuna” y abandona su propia casa al borde del llanto.
“Si me sigues atacando de esa forma, la próxima en salir vas a ser tú, no yo”, ha dicho Maribel volviendo a incorporarse a la cena en pie de guerra. Pero al ver que sus advertencias no amedrentaban a Mayte, la anfitriona ha tomado una decisión: “Te invito a que te vayas de mi casa”.
Maite se ha levantado para irse, pero ‘El Peri’ ha intervenido para poner orden: “Tú te sientas en la mesa, somos un grupo y estamos en su casa igual que ella ha estado ella en nuestras casas”. Una reacción que tampoco ha gustado a Maribel: “Los ha manipulado a los tres como auténticos títeres”, ha asegurado de sus otros compañeros.
Maribel ha cocinado un solomillo “de retinto” con una guarnición, pero su elección no ha gustado a nadie: “Me da asco”, ha confesado Danilo al ver que la carne “chorreaba sangre”.
Además, el comensal tampoco es capaz de tragar a Maribel porque le parece una “prepotente”. Ella critica que sus compañeros no valoren la calidad de la carne que ha comprado, ya que “no tienen ni pajolera idea de lo que cuesta”: “Todo era de primera categoría pero la miel no se ha hecho para… me callo”, se ha desahogado Maite a cámara.
Y como ni la comida ni la compañía era de su agrado, Mayte no ha podido más y se ha roto a llorar en la mesa: “La educación y la cultura no se basa en los estudios y esto lo vivo yo todos los días”. Además, la peluquera se ha negado a probar el postre de la anfitriona y ha criticado su falta de “humildad y respeto”. “Han sido unos barriobajeros”, ha sido la lectura que Maribel ha hecho de la velada.