Desde el entrante, María se mostró muy reacia a las críticas de sus compañeros y cuestionaba cualquier opinión de los comensales. “Me han criticado cosas que no me tenían que haber criticado”, comentaba. “Me tenéis hasta el ‘cataplín”, aseveraba levantándose de la mesa cuando continuaban las críticas.
María Díaz se convertía en la primera anfitriona de la semana y presentaba su menú como un homenaje a “la mejor época de mi vida”. Bee Gees, Tony Manero y ‘Fiebre de sábado noche’ era el nombre de sus platos.
Cuando sus compañeros terminaban de comentar el postre, María se dirigía a Miguel muy seria: “Te veo el aura un poco oscura, ¿quieres que te la clarifique un poco?”. A Miguel se le cambió el gesto negándose en rotundo. “Para mi estas cosas son diabólicas”, comentaba. Tras la negativa de Miguel, María decidió probar con Miriam, pero el comensal continuaba incómodo y optó por levantarse y abandonar la mesa. “Ha sido un momento desagradable”, aseguraba.