Magdalena ya lo avisaba en su vídeo de presentación, a la primera anfitriona de la semana le encantaba asustar a la gente. “Me encanta dar sustos, a otros le gusta el bingo, a otros la tele…”, decía.
Dada su afición, Magdalena decidió recibir a los comensales ataviada con una careta de bruja. Y viendo la reacción de sus compañeros al abrir la puerta, no surgió mucho efecto el susto, ahora, risas se echaron unas cuantas.
Al que parece que si afecto, y mucho, fue al último comensal en llegar, Vier. “A mí con esas cosas no se juega, a mí es que eso no me hace gracia. Es buena gente porque se ve que es buena gente, pero es muy rara”, decía tras el susto.