Rubén Solla preparaba un fin de fiesta muy original y “muy divertido” con el que consiguió rebajar la tensión generada durante la cena. “Me ha hecho gracia, me ha hecho probar cosas nuevas que si llego a tener los ojos abiertos no lo hubiese hecho, se lo agradezco”, aseguraba María después de probar una serie de insectos deshidratados.