Tras alguna crítica de los comensales sobre su plato principal donde esperaban algo más original y moderno, Estefanía se mostraba muy clara. “No tiene nada que ver la imagen con lo que te gusta para comer. Yo soy muy de sota, caballo y rey. Soy de comida de cuchara, a mí me das un potaje o unas lentejas y me hago un bocadillo”, aseguraba.
Ya en la preparación de su menú dejó claro su plato preferido: caldo con albóndigas de carne. Por eso no ha dudado en ponerlo como primer plato en su cena. Aunque si fuera por ella, también sería una opción válida para la merienda.
Tras la cena, Estefanía preparó a los comensales un fin de fiesta peculiar. “Quería preparar un juego para pasárnoslo bien. Una competición con la que ya de paso vamos a ejercitar los glúteos”, comentaba ante la mirada incrédula de sus compañeros.