La incomparable Antonia montará en su casa un show propio para esta despedida. La italiana, con alma gitana, dejará boquiabiertos a sus comensales dejando claro a cada minuto de su cena que ella es mucho más que la ex de Alesandro Lequio. Después de verla cocinar, reír, llorar y hacer reír y llorar a sus invitados, habrá que redefinir conceptos tales como "mujer de bandera" o "mujer de armas tomar". Óscar Martínez le declarará su devoción absoluta. Alba Carrillo la pondrá como ejemplo de mujer en todos los sentidos. Y Fortu, bueno, Fortu caerá rendido por completo a sus pies hasta límites… inimaginables.
Antonia no perderá en ningún momento su proverbial elegancia ni dejará de marcar el ritmo de su cena. La anfitriona hará confesiones religiosas y sexuales inesperadas. A sus invitados no les quedará más remedio que caer rendidos al embrujo de la anfitriona. Óscar Martínez encontrará tiempo para seguir intentado seducir a la bella y divertida Alba Carrillo, con un resultado que se moverá entre la victoria en el último minuto a la derrota más humillante, pasando por un más que digno empate.
Como broche final -y previo a la votación que decidirá quién es el ganador o ganadora de los cuatro- los invitados asistirán a un espectacular cambio de look de Antonia, que pasará de ser una elegantísima mujer de aires aristocráticos a una elegantísima flamenca que a todos deslumbrará enfundada en su traje de faralaes. Habrá emoción hasta el último minuto, hasta el mismísimo y sorprendente final del programa.
Como broche final -y previo a la votación que decidirá quién es el ganador o ganadora de los cuatro- los invitados asistirán a un espectacular cambio de 'look' de Antonia, que pasará de ser una elegantísima mujer de aires aristocráticos a una elegantísima flamenca que a todos deslumbrará enfundada en su traje de faralaes. Habrá emoción hasta el último minuto, hasta el mismísimo y sorprendente final del programa.