Dispuesta a demostrar una vez más que es una gran cocinera, Elena se ha puesto los guantes de látex y ha preparado un menú digno de Jon Nieve. Está dispuesta a ganar esta nueva batalla y para ello ha contado con ayuda de Desembarco del Rey en su entrante ‘Rosada como Cersei’ (Tartar de salmón), ha sentido la ‘La fuerza de Drogon’ (Costillar de cerdo ibérico) en su plato principal y ha cerrado el menú con la elegancia y la grandeza de toda khaleesi. Y es que, ‘La dulce Daenerys’ (Canutillos de nata) tenía una pinta estupenda.
Las componentes de la particular batalla de ‘Ven a cenar conmigo’ han comenzado la velada echándose piropos, alabando los brillos de las damas y degustando croquetas de jamón, pero el buen rollo ha tardado muy poco en desvanecerse. Elena había jugado muy bien sus cartas y sabiendo que a tres de sus cuatro invitados no les gustaba o sentaba bien el salmón crudo, ha modificado su entrante. A Alexandra le ha servido su tartar tal y cómo era la receta original, pero al resto les ha servido salmón a la plancha. Dispuesto a arruinar el entrante de Elena, Frank ha desenfundado y se ha metido en un bucle del que le ha costado mucho salir. Estaba tan enroscado en su argumento que no sabía diferenciar lo crudo de lo cocina “¿Esto es tartar o salmón a la plancha?”.
La guerra había comenzado y no había tiempo que perder, Elena se ha secado las lágrimas y ha servido ‘La fuerza de Drogon’ convencida de que sus rivales iban a caer rendidos a sus pies. Y no se equivocaba, ni ellos ni ellas han sido capaces de ponerle ni un solo pero, su costillar de cerdo ibérico estaba para chuparse los dedos. Elena había recuperado la fuerza que necesitaba para servirles a sus invitados su plato final: ‘La dulce Daenerys’.
La cena de Elena había salido victoriosa y sus rivales esperaban verla caer en la fiesta final. La anfitriona había dejado de lado el combate y por unos minutos se convertía en la presentadora de un divertido juego de preguntas y respuestas. Elena ha ofrecido al ganador una cena gourmet en su casa con todo incluido, pero al ganador parece haberle hecho más ilusión demostrarles que Frank no era el único que sabía cantar en la sala.