Antonio David anunciaba orgulloso un fin de fiesta muy flamenco. El anfitrión se emocionaba al presentar a su sobrino cantante. “Son mi familia, es mi sangre. Es mi primo Marcos y mi sobrino Ramón”, decá sin poder contener las lágrimas. “Ramón es todo un artista”, aseguraba antes de tocar un tema con la guitarra.
“Yo no quiero valorar… el chaval canta muy bien pero ha sido más un ‘vamos a la cama’ que un final de fiesta”, criticaba Pablo Carbonell.