Lola López estaba comiendo en su casa con su hijo de seis años al filo de las tres de la tarde cuando una fuerte explosión se produjo justo al lado de donde viven, en el centro de Madrid. "Ha habido un gran estruendo y la pared de enfrente se nos ha caído", dice la testigo de lo ocurrido.
En ese momento, el pequeño se ha puesto muy nervioso, según nos cuenta Lola, y ambos se han ido de la vivienda. Se han refugiado en la casa del vecino de enfrente, que no se había visto afectado por lo ocurrido. pero cuando Lola se ha asomado al balcón a ver cómo estaba su vivienda ha visto lo ocurrido apenas unos metros más allá: "He visto el edificio de al lado desnudo, sin paredes".
Los bomberos han avisado a los vecinos de que desalojasen los edificios cuanto antes. Lola nos ha contado que desde ese momento están en la calle, pero no les han dado ninguna información. "No podemos ni ver cómo está nuestra casa", dice.
La explosión se ha producido en la céntrica calle Toledo al filo de las 15:00 h. y ha provocado, al menos, tres fallecidos y un desaparecido. La parte superior del inmueble afectado se ha derrumbado. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, apunta a un escape de gas como posible causa, pero aún no se ha confirmado.
El suceso se ha producido en el número 98 de la calle Toledo, junto a la iglesia Virgen de la Paloma y al colegio La Salle. Muy cerca se encuentra también la residencia de ancianos Los Nogales La Paloma.
Paco Cobo es el encargado del bar Atlántico, ubicado muy cerca de donde se ha producido la explosión. Ha sido testigo directo de lo ocurrido, que define como "terrible". Junto al edificio cuyas plantas superiores se han derrumbado hay una residencia de ancianos, cuyos residentes se han refugiado en su bar tras los dramáticos hechos. Afortunadamente, nos ha contado que se encuentran bien, aunque "asustados".