La información que cada día se publica en los medios de comunicación sobre las vacunas contra el coronavirus puede causar desafección y dudas en parte de la población. El fallo reconocido por Oxford respecto a la administración de la vacuna es el último ejemplo. A un grupo de voluntarios se le suministraron dos dosis de la vacuna y el índice de éxito fue de 70,4%. A otro, en el que solo había personas de menos de 55 años, se le administró por error una dosis y media (media en la primera y una completa en la segunda) y la eficacia fue del 90%. AstraZeneca ha informado de que va a realizar otro estudio teniendo en cuenta esa circunstancia.
El virólogo José Antonio López Guerrera ha respondido a la gran pregunta: ¿debe preocuparnos este ‘fallo’ de la vacuna de Oxford y AstraZeneca? ¿Es algo habitual en la elaboración de las vacunas?
El experto ha afirmado que es frecuente que haya fallos, pero “el problema es que estamos radiando minuto a minuto lo que está ocurriendo con todas las vacunas. Estamos creando una desafección y una desconfianza casi artificial”. Ha puesto como ejemplo que cojamos el medicamento más inocuo y miremos la lista de efectos secundarios: esos son inconvenientes que han surgido en personas a las que se le ha administrado dicho fármaco, por lo que lo que escuchamos de las vacunas es habitual.
Además, da otro punto de vista: “Lo que está ocurriendo es que hemos acortado mucho los procesos. Hay una lucha dura entre las empresas porque todas quieren ser las primeras”. Y tranquiliza a la población, animando a que no dejen de confiar en la ciencia: “La vacuna que llegue al final del camino y pase por todas las acreditaciones va a ser segura. Estos fallos se están descubriendo porque hay agencias detrás vigilando”: