Cuando creíamos haber visto todo sobre la vida del dictador y el tema de la exhumación empezaba a quedar en el olvido, aparece unos vídeos que son una auténtica reliquia audiovisual: los stories de Franco. De hecho, tenemos una cuenta en redes sociales. Un hombre serio cuando estaba al mando y una persona dicharachera en sus ratos de ocio, al que le gustaba cazar, hacer de cocinero, animar a sus 'amiguitas' y narrar su vida, con cámara en mano, como si fuese un auténtico influencer del siglo XXI.
El generalísimo era muy campechano con sus más allegados, a los que les regalaba tardes de caza en la montaña. Franco grabó todo, retransmitiendo, casi al segundo, cómo mataba a los ciervos y cabras del monte. De hecho, en una grabación explica cómo han ido hasta la Sierra de Cazorla y celebra, con la justa efusividad, cómo se debe contar las cosas en redes, la muerte de un ciervo.
Francisco Franco era un auténtico conquistador, pues además de la pesca y la caza tenía otra afición: grabar a sus amigas. “Mirad estas tres bellezas italianas, están como lagartos al sol”, explicaba mientras filmaba a sus tres chicas. El caudillo era capaz de compaginar la difícil tarea de la seducción y el ligoteo con el de ‘influencer’. Pocos pueden hacerlo, incluso intenta ligar mientras cocina una paella.
El dictador era un amante de la geografía española, capaz de mostrar su lado más sensible y hacer poesía mientras grababa castillos o pueblos de nuestro país. “Aquí nace el Guadalquivir, en un charquito”, con la sencillez de un artista nos muestra el inicio de uno de los ríos más importantes de la península. Sin duda, hoy en día estos ‘stories’ triunfarían en redes.