El presidente de Rusia Vladimir Putin acaba de firmar un decreto que ha anunciado en una comparecencia, que a partir de este viernes 1 de abril todo país que esté interesado en comprar gas ruso, tendrá que pagarlo en rublos.
El país que quiera gas ruso, tendrá que abrirse cuentas bancarias en bancos rusos para establecer el cambio de divisas, y a la vez abonar el importe. De esta manera consigue rublos y también euros. Así Putin responde a las sanciones impuestas por la Unión Europea, y en caso de incumplirse, implicaría cortes.
Las primeras reacciones no se han hecho esperar: Francia y Alemania han anunciado que se están preparando para hacer frente a este decreto de la Federación Rusa.
Los países afectados serían Alemania, Francia, Austria, Bulgaria, República Checa, Suiza, Italia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Grecia, Croacia, Hungría, Lituania, Letonia, Países Bajos, Macedonia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.