El día 8 de octubre finalizaba el plazo para abandonar la mansión de los Espinosa de los Monteros-Monasterio. Esta tenía que ser desalojada debido a la falta de licencia para el uso de un despacho de arquitectos que tenía Rocío Monasterio en la planta baja.
La mañana del mismo día acudía la prensa a la puerta de la casa para grabar la salida de ambos políticos. Sin embargo, Monasterio mostraba en su tuit cierto enfado ya que según ella, "los menores habían sido grabados sin su consentimiento".
Ante dicho testimonio, Marta Flich ha querido defenderse como "parte de un medio de comunicación" diciendo: "No hemos grabado a ningún menor, solo hemos intentado hacer nuestro trabajo que es el de informar".