“Voy a poner a mi hija estos 15 minutos de programa en bucle, merece la pena que lo vea y vea lo que es ser una mujer en este país”, le decía orgullosísimo del apoyo que estaba recibiendo Marta y de la lucha que se había alzado en las redes sociales contra el periodismo machista. Marta no podía contener las lágrimas antes las bellas palabras de su compañero y amigo Miguel Lago porque hacía más que evidente que no solo hay mujeres feministas, hay muchos, muchísimo hombres que también están en contra del machismo.