‘Todo es mentira’ charló este lunes con Margarita Gil, una costurera octogenaria que fabrica 50 mascarillas diarias en su casa altruistamente, y que solicitaba material para poder seguir ayudando a mucha gente.
El programa quedó encantado con la señora y Risto hizo un llamamiento a toda la audiencia para ayudar a Margarita. No habían pasado ni 24 horas cuando el programa volvió a conectar con la costurera para informarla que la gente se había volcado con su historia.
Margarita recogía las llamadas de apoyo muy emocionada y sin poner contener las lágrimas. “No puedo ni hablar”, decía mientras se secaba con un pañuelo y agradecía todo el apoyo.