La campeona olímpica, Ona Carbonell, fue recibida en la Casa Real para darle su debido reconocimiento por sus méritos deportivos. Pero la anécdota sería el salto de protocolo de la nadadora.
El Rey fue a darle la mano pero la nadadora se lanzó a darle dos besos. Los reyes normalizaron la conducta y Doña Leticia directamente fue a darle dos besos.
Jaime Peñafiel, experto en protocolo, ha comentado el fallo de Carbonell diciendo: "Deberían desaparecer las reverencias hoy en día por ser humillantes, aunque a Doña Leticia le guste que se le arrodillen, cosa que nunca he entendido siendo la nieta de un taxista".