Oriol Mitjá, investigador: “Dentro de seis meses llegaremos a una situación en la que el covid será una nueva gripe”
Si no hay sorpresas, en febrero de 2022 el covid podría convertirse en una nueva gripe
Para ello las muertes por covid deben estar en la franja de la gripe: 50-100 por cada millón de habitantes
El investigador advierte de que nunca llegaremos a la inmunidad de grupo
España va volviendo poco a poco a la normalidad y las restricciones impuestas para frenar al covid van cayendo. Pero eso no significa que la pandemia haya terminado ni que el coronavirus haya sido vencido: aún sigue habiendo contagios y muertes. Oriol Mitjà, investigador y especializado en enfermedades infecciosas, ha advertido en ‘Todo es mentira’ que aún son muy importantes las precauciones y que, si todo va bien, hasta dentro de seis meses el covid no se convertirá en una nueva gripe.
El riesgo de la sexta ola
Aunque España haya alcanzado por fin una situación más o menos controlada en lo que al covid se refiere, Mitjá lanza una advertencia: “Hay un riesgo de una sexta ola”. Hay que tener en cuenta que todavía queda “un 20% de la población por vacunarse, mitad niños y mitad otros grupos”.
El covid será como la gripe
Mitjá vaticina que en unos seis u ocho meses “llegaremos a una situación en la que el covid será una nueva gripe”. El experto informa de que por la gripe mueren entre 50 y 100 personas por cada millón de habitantes y aún no estamos en esos valores de covid. “nos queda un montón de gente que no está vacunada y cuantas más interacciones haya, estos 10 millones de personas se van a infectar y muchos van a morir”. Además, advierte de que también hay “infecciones posvacunales” y que, por todo esto, “la vida de personas inmunodeprimidas está en juego”.
No habrá inmunidad de grupo
Mucho se ha hablado en el último año de alcanzar la inmunidad de grupo frente al covid, pero Mitjá advierte de que eso no se logrará nunca porque “el virus es más transmisible y las vacunas protegen menos de lo que pensábamos”.
Pero la normalidad podría llegar en febrero de 2022, aunque para ello no debería haber “sorpresas”, como dice el investigador. Se refiere a que no aparezcan nuevas mutaciones más trasmisibles e infecciosas que obliguen a tomar nuevas medidas. Para ello es fundamental que los países desarrollados no solo se preocupen de sí mismos, sino también de terceros estados donde el porcentaje de vacunación es inferior al cinco por ciento en estos momentos.
