Éramos conscientes de sus puntos en común, pero desconocíamos el drama tras su antigua amistad. Nos subimos a la máquina del tiempo y volvemos a 2008 cuando Rivera ya había dado el salto a la primera línea política y era un habitual de las tertulias y un joven Santiago Abascal que también despuntaba en política y creaba la Fundación Denaes, lo que hace que sus caminos se crucen. Abascal pide a Rivera que de una charla y de ahí a alabarse muchísimo en la tertulias televisivas. Y según dicen también se piropeaban en cenas y copas, que duraron hasta 2014 cuando Abascal no consiguió ningún escaño y Rivera sí.