Las monjas clarisas de Orduña y Belorado (Burgos), conocidas por sus famosas trufas, abandonan la Iglesia Católica y así lo indicaron por redes sociales. El origen de su decisión es la “persecución” que, según denuncian, sufren por parte de su entorno. Sin embargo, parece ser que detrás de todo es un problema urbanístico. Las monjas aseguran que están paralizadas por Roma al no otorgarles la licencia de venta del convento de Derio.