Una de las cosas que falló antes, durante y después de la catástrofe ocasionada por la DANA fue el servicio de Emergencias de la Comunidad Valenciana, es decir, el 112.
No solo falló el contacto con los municipios valencianos si no también el propio servicio, que no pudo atender muchas de las llamadas que la gente hizo durante la tragedia.
Al parecer, el 112 llevaba días avisando de una avería vinculada a una actualización del sistema que daba problemas y que, pese a que estaba alertado, impidió atender muchas llamadas ese fatídico 29 de octubre.
Para conocer a fondo qué es lo que sucedió, 'Todo es mentira' ha conectado en directo con Anastasio Borreguero, uno de los coordinadores que ese fatídico día atendía las llamadas que llegaban al 112, quien nos explica todo lo que falló antes, durante y después de la DANA.
''Desde primera hora de la mañana, cuando comienzan a entrar las llamadas de emergencia, la sala del 112 estuvo llena para atender las llamadas. Es verdad que una semana anterior, y de manera periódica, se suelen hacer actualizaciones del sistema, en el momento de la actualización no puedes prever que vaya a ocurrir esto'', comienza explicando.
Y continúa: ''Durante varios días se tiene que ir asentando el sistema para que todo vaya correctamente. Es imposible prever que una semana después ocurriese esto y el volumen de llamadas que se recibió fue lo nunca visto en los años que llevo''.
Explica que la actualización del sistema suele dar problemas y revela que al no estar bien implantado había comunicaciones que ya no solo por el fallo del sistema si no por las zonas en las que estaba ocurriendo, algunas de las llamadas no se escuchaban.
''No escuchábamos, sabíamos que había una emergencia porque la cantidad de llamadas no era habitual. La llamada no podemos dejarla ausente, con ese número volvemos a llamar, y o bien esa persona volvía a insistir, o nosotros al llamarles era imposible contactar si estaban fuera de cobertura'', explica.
Respecto a cuántos fallos se produjeron, el coordinador lo ha explicado: ''Se superaban las más de 150 llamadas'', indica y revela que ''una cuarta parte sufrió ese problema'', y continúa: ''La cola de llamadas que nosotros teníamos era continua. Los tiempos, por mucho que queramos gestionar la llamada rápido son personas que están en una situación de peligro y cuando falla el suministro eléctrico pierden la noción del tiempo. Este tipo de llamadas se alargan''.