El 12 de enero de 2020 Pedro Sánchez desató, sin saberlo, un efecto dominó con consecuencias aún en día inimaginables. Con el anuncio de la nueva composición del ejecutivo con una colación derivó en un ajuste de piezas que llevó a Juan Bernardo Fuentes Curbelo al Congreso, que se había quedado previamente a las puertas de la Cámara Baja. Esto fue solo el principio de un ascenso que ha provocado la que podría ser la mayor crisis de gobierno del PSOE en estos años.
De todas las pasiones de 'Tito Berni' que se han descubierto hasta la fecha, una de ellas es la cría de machos cabríos, siendo propietario de una explotación con 400 cabezas de ganado caprino que ha recibido más de una subvención. "Mi empresa ha sido beneficiaria de ayudas y subvenciones de fondos europeos", dijo ante la jueza el pasado febrero.
Precisamente fue por la tramitación de esas subvenciones cuando en 2009 'Tito Berni' se llevó su primer susto por vía judicial. Estuvo imputado por el uso de facturas falsas en Fuerteventura, pero el presunto delito prescribió y no le impidió llegar a diputado, portavoz adjunto de la comisión de Hacienda y adaliz contra la corrupción.
Según la investigación, el Congreso era el escenario de 'Tito Berni' para impresionar a los que buscaban su influencia. En el centro del poder, habría sido el diputado socialista donde, presuntamente a cambio de mordidas, habría ayudado a diferentes empresarios para evadir sanciones o conseguir subvenciones para operar en la zona de especial tributación canaria. Los interesados debían ingresar 5.000 euros en la cuenta de un club de fútbol infantil de Las Palmas de Gran Canaria, club donde 'Tito Berni' casualmente llevaba la contabilidad.
Por otra parte, en las visitas del Congreso solía aparecer la figura de Antonio Navarro Tacoronte 'El Mediador', alguien a quien 'Tito Berni' "conocía desde la infancia y era amigo de su padre", según el auto de la jueza a pesar de que él lo negó.