María, la hija de Juan Carlos Unzué, sobre el día que su padre comunicó a la familia que tenía ELA: “Se explotó mi burbuja”

Esta noche en ‘Viajando con Chester’, el exfubolista Juan Carlos Unzué hablará sobre cómo es su vida desde que le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) en el año 2019. En ‘Todo es mentira’, Risto Mejide ha hablado con María, su hija.

María ha contado que su padre siempre ha sido “una persona superpositiva que ha aceptado lo que le ha venido en la vida de forma muy natural”, también antes de que los médicos le dijeran que tenía ELA.

Ha recordado el momento en que Unzué contó a la familia que le habían diagnosticado esta enfermedad, que es neurodegenerativa y no tiene cura. “Fue un momento muy duro, doloroso, te están dando una noticia muy fuerte”, ha contado. María le ha explicado a Risto que siempre habían tenido una buena vida y que justo en ese momento “fue cuando se explotó mi burbuja”.

“Yo vivía en una burbuja, con una familia idílica, el amor de mis padres idílico, y que de repente tu padre te diga que la esperanza de vida es de tres a cinco años… Se te cae el mundo”, ha dicho María. Cuando se lo contó, Unzué se puso a llorar, pero la unidad entre los cinco miembros de la familia (Unzué, su mujer y sus tres hijos) fue tal, que ella lo recuerda como “algo bonito dentro de la mala noticia”.

Risto Mejide le ha preguntado a María que cómo está viviendo la situación de su padre desde ese momento. “Como una despedida no, porque no intento no pensar en ese momento. Sé que llegará más pronto que tarde, pero intento no pensar y disfrutar de mi padre. Ir a verle a charlas, escucharle, nutrirme de todas las cosas que dice. Poder ir a mi casa y que mi padre me de esos mensajes que me da, no puedo pedir más”, ha respondido.

 El bonito mensaje de María a sus padres

María le ha pedido a Risto un minuto para enviar dos mensajes. El primero de ellos, a sus padres: “Me gustaría agradecerles lo que nos han enseñado en esta vida, los valores de sacrificio, de lucha, de unión. Pero sobre todo me gustaría agradecerles el amor que nos han dado y enseñarme lo que significa el amor verdadero. Por eso os quiero dar las gracias, papás, os quiero mucho”.

El segundo mensaje ha ido dirigido a los afectados por la ELA y a sus seres queridos: “Me gustaría decirles que sigan luchando, que sigan al pie del cañón, que es una enfermedad muy dura. Pero como dice mi padre, pese a las dificultades, a los obstáculos, a las cosas malas que nos da la vida… la vida merece la pena”.