Manu Carreño, sobre el presunto delito del Barcelona y los árbitros: “Ha prescrito, no habrá sanciones deportivas”

El ‘Barçagate’ es el tema central de las tertulias e informaciones deportivas de estos días. La sombra de la sospecha ha recaído sobre el Barcelona debido a que el club habría estado pagando durante años a una sociedad propiedad del exárbitro José María Enríquez Negreira, que en ese momento era vicepresidente del comité arbitral. Le habrían abonado más de medio millón de euros entre 2016 y 2018 a cambio de asesoramiento y de informes sobre los colegiados que iban a pitar a los azulgrana.

Manu Carreño ha explicado en ‘Todo es mentira’ que, según la Nueva Ley del Deporte, el Barcelona no sufrirá “sanciones deportivas” porque cualquier presunto delito estaría ya prescrito. La norma establece que los delitos muy graves, como este de confirmarse, prescriben a los tres años y el último pago a la empresa de Enríquez Negreira fue en el 2018.

Cuestión aparte es si podría haber sanciones penales. “La Fiscalía va a continuar la investigación por si hay una posible corrupción entre particulares”, ha explicado Manu Carreño.

El Barcelona asegura que pedía informes sobre el comportamiento de los árbitros

El presentador de Deportes Cuatro ha añadido que, según el Barcelona, se pagaba a esa empresa para obtener informes sobre los árbitros y su comportamiento, y que así los jugadores estuvieran prevenidos. Por eso cree que, para corroborar que esto sea cierto, deberían aparecer vídeos de esos informes que demuestren que se estaba realizando ese trabajo.

Gerard Guiu, que estuvo siete años trabajando en el club azulgrana, ha dicho que “si tu voluntad es sobornar árbitros, lo que no haces es emitir facturas estando el hijo de un vicepresidente. Sería patoso hacerlo así si la voluntad es esa”.

El colaborador de ‘Todo es mentira’ también ha defendido que es “una práctica habitual” por parte de los clubes pedir informes sobre los árbitros, pero Manu Carreño no se ha mostrado de acuerdo: “En absoluto. Es habitual que los clubes contraten a exárbitros para que, trabajando para ellos y sin estar en activo, les hagan informes sobre los árbitros. Este no es el caso. Contrataron estando en activo al vicepresidente de los árbitros, que tenía capacidad para influir en los árbitros”.