Un español residente en Shanghái, tras vivir un confinamiento en su edificio: “Esto es muy habitual, hay rastreos digitales”

Los chinos se han rebelado por la política de Covid 0. Las protestas sociales a pie de calle continúan pese al control y ahora han popularizado el uso de folios en blanco como símbolo frente a las restricciones a la libertad de expresión.

En la capital del país, la policía ha vallado numerosas áreas y también han colocado barreras en el centro financiero de Shanghái para que no se repitan las manifestaciones del pasado fin de semana.

‘Todo es mentira’ ha hablado en directo con Alberto Fernández, un español residente en Shanghái que ha pasado 48 horas confinado: “Hoy mismo hemos salido, estos confinamientos son de 48 horas y son por contactos cercanos, esto es muy habitual”.

Risto Mejide ha aprovechado para preguntarle acerca de aquellos que no pueden acudir a su puesto de trabajo y las consecuencias que esto puede tener en sus sueldos: “Depende de la empresa para la que trabajen, en nuestro caso sí, les seguimos pagando igual, pero hay zonas de varias ciudades en las que las fábricas no lo cuentan como día trabajado, de ahí que vengan tantas protestas, sobre todo en el sur del país”.

El invitado ha destacado la existencia de dos tipos de protestas: “Las de los estudiantes y las que se unen, sobre todo en zonas más obreras, porque no pueden subsistir. En Shanghái hay un poco de todo. También hay gente fuera de china, extranjeros… Se ha unido mucha gente. Hay descontento pero no es tan grande como parece, estamos hablando de 3000 o 10000 personas por manifestación, eso es muy poco en China”.

“Ha habido rastreos digitales de la gente que ha estado en las manifestaciones, hay un rastreo de geolocalización, la policía puede saber dónde estás en cada momento. La gente va con más cuidado, lo que les puede pasar es que les den un aviso. Hay gente que puede pasarse dos horas en el calabozo o dos semanas, pero no creo que vaya a llegar a más”.