Un estudio científico asegura que el ser humano dentro de 1.000 años tendrá joroba, garras y un tercer párpado retráctil. Este estudio ha recreado en tres dimensiones cómo será el aspecto de los hombres y mujeres: "Veo que el futuro es una mezcla entre Paz Padilla y yo", bromeaba Antonio Castello.
Sin embargo, Eudald Carbonell, catedrático de prehistoria, asegura que en su opinión la evolución humana no se parecerá en nada a lo recreado por este estudio: "Si es que llegamos, si no colapsamos y nos extinguimos, no veo por qué íbamos a ser así, nuestra cabeza se reducirá porque habrá muchos razonamientos que los haremos de forma tecnológica, habrá aparatos conectados con nuestro cerebro y no tendremos que usar parte de nuestra capacidad".
Para Eudald Carbonell el uso del teléfono móvil tiene los días contados, ya que existirá tecnología que funcionará sin necesidad de utilizar aparatos, motivo por el que no defiende las garras o el tercer párpado para protegernos de las pantallas.