En plena época de viajes vacacionales algunos aprovechan para apuntarse a programas de voluntariado internacional. Varias ONG denuncian el mal uso que se da a esta práctica, incluso le ponen nombre: 'volunturismo'.
Voluntariado más turismo, igual a 'volunturismo'. Y es toda una moda en las redes sociales. Se trata de hacer un viaje a un país pobre y ayudar a comunidades desfavorecidas. Enseñar un idioma, construir una escuela, hacer un pozo... Y después todo esto se muestra, se cuenta, se publica... ¿Se presume?
Júlia Codina es especialista en cooperación internacional y autora del hilo que “abre el melón” del voluntarismo o turismo de voluntariado ha explicado que no hay un grupo de personas que fomentan este tipo de prácticas, "más bien es una moda", ha destacado, "que ha ido creciendo desde los años 90".
Después fue un boom en los años 2000 y "pasa desde ONG, empresas de turismo que fomentan ecoturismo, formas alternativas de turismo, y básicamente esto se ha convertido en una industria que antes de la pandemia que ya movía a 10 millones de personas, y ha convertido al sector del voluntariado en algo mercantilizado", ha asegurado.
"Hay estudios que demuestran que este tipo de prácticas tienen más efectos negativos en las comunidades que se pretende ayudar que beneficios", ha apuntado Codina.