La obsesión por perder peso lleva a muchas personas en nuestro país a recurrir a dietas milagro o incluso medicamentos potencialmente peligrosos que se venden de manera clandestina en el mercado negro.
Un equipo de ‘Todo es verdad’ ha realizado una investigación y ha podido hablar con una mujer que vende, de manera ilegal, un medicamento con compuesto de Sibutramina, un producto que fue retirado en 2012 por sus peligrosos efectos secundarios y por 34 muertes en el mundo.
Hemos quedado con María en un centro comercial de Madrid y nos ha explicado que ella vende ese medicamento en cuestión porque ella lo probó y le funcionó. Asegura que no tiene conocimientos médicos y que la recomendación se basa en su propia experiencia.
Durante la cita con nuestros compañeros, María se muestra consciente de que está vendiendo un medicamento que se retiró hace diez años España y confiesa cómo lo consigue: “Me lo mandan de fuera (…) Tengo un contacto, no las pido por internet”, declara.
Además, la vendedora de este peligroso medicamento también deja claro que conoce todos los efectos secundarios que provoca: “Da dolor de cabeza, náuseas por el estómago vacío, insomnio, te sientes acelerado, sensación de boca seca…”.
Tras la primera charla con la vendedora, el equipo del programa decide volver a verse con ella para efectuar la compra. Es justo cuando se le está haciendo entrega de los 120 euros por el producto cuando Monste Suárez interviene para paralizar la compra.
La abogada y colaboradora de ‘Todo es verdad’ planta cara a la vendedora, que intenta huir de ella, y le explica los riesgos que conlleva la venta de ese producto tan peligroso que va en contra de la ley. Es en ese momento cuando se produce una escena de lo más tensa entre ellas.
“Estás cometiendo un delito contra la salud pública. Tú sabes que el producto que comercializas y por el que cobras 120 euros es un producto que no está autorizado por la Agencia Española del Medicamento”, advertía la abogada.
Mientras Montse Suárez pide a la vendedora que colabore con la justicia, esta intenta ocultarse de las cámaras con una capucha y amenaza con llamar a los agentes. Es en ese momento cuando la abogada respondía tajante: “A lo mejor soy yo la que llamo la policía”.
Finalmente, la que comercia con este tipo de sustancias consigue entrar al portal de una casa y esconderse de las cámaras, es en ese momento cuando, mirando a cámara, Montse Suárez hace su particular refleión sobre la comercialización que algunos hacen de estos supuestos compuestos milagro.
“Le hemos brindado la posibilidad de que colabore con la justicia y que nos diga quién es su camello, porque esto es una droga. La gente ha muerto pensando que iba a adelgazar (…) Voy a ir ahora mismo a ponerlo en conocimiento de la policía”, terminaba diciendo la abogada.