Los alimentos de quinta gama son alimentos precocinados por terceras empresas que comemos en restaurantes y que venden como caseros. Esta práctica es legal pero sí deberían estos establecimientos informar en su carta de la procedencia de estas comidas.
Para ello, el equipo de 'Tiempo al tiempo realiza una investigación exhaustiva y visita varios locales en busca de estos alimentos de quinta gama. En el primer restaurante no tienen suerte y les aseguran que todos los alimentos son caseros y así parecen, pero con la segunda visita dan finalmente con varios alimentos de quinta gama.
En este restaurante donde localizan alimentos de quinta gama, en un primer momento la camarera no dice nada, pero cuando nuestro compañero se hace pasar por un hostelero entendido en la materia y que conoce los alimentos de quinta gama, la empleada señala: “Claro, pues sí. Ya viene hecho”.
El programa sigue con su investigación y consigue hablar con el dueño de una empresa que comercializa estos alimentos de quinta gama que se cocinan, envasan y venden con los diferentes restaurantes.
“Nuestro cliente potencial es directamente la hostelería. Nosotros somos discretos”. Estos alimentos solo necesitan un golpe de calor para poder ser consumidos", comentaba Sergio, el dueño de esta empresa.
Respecto al precio de estas comidas precocinados, el dueño de esta empresa confesaba: “Yo les puedo vender un sobre de pulled pork por 8 o 9 euros y ellos en el establecimiento de pueden cobrar 18- 20 euros”.
En Francia ya ha cambiado la ley, y deben indicar en la carta que un plato es de quinta gama, pero en España aún no y Sergio nos desvelaba uno de los principales motivos: "Es como un mito, está ahí como escondido y no está bien visto usar quinta gama". Sin embargo, para el creador este tipo de alimentos es simplemente un trabajo que no has hecho y que has subcontratado, pero el producto es de primera calidad.