Corría el año 2016 cuando una pareja y sus dos hijos, de 1 y 4 años, eran encontrados muertos en seis bolsas de basura en el interior de su domicilio. Era una familia de origen brasileño y de repente se comenzó a hablar de un sobrino que cambió el rumbo de la investigación. Se trata del primer caso de homicidio que cuenta con tres penas de prisión permanente revisable en su sentencia.