Carmen Lomana ha visitado ‘Cuarto milenio’ para compartir con la audiencia del programa las experiencias que ella misma ha vivido con los fenómenos paranormales.
La socialité, que en un principio no creía en esto del esoterismo, participó en su primera Ouija con solo 20 años junto a un grupo de amigas: “Estaba en Londres con unas amigas y decidieron que podía ser divertido hacer la Ouija. Yo les dije que en mi casa ni hablar porque, aunque no creía mucho en eso, me daba miedo que una presencia se quedase en mi casa”.
Carmen ha contado que la presencia que apareció, como si ya supiese de su escepticismo, la expulsó de allí: “Moviendo el vaso dijo que una persona de esa sala debía irse. Cuando le preguntaron a quién se refería el vaso vino directo a mí”.
Carmen no volvería a hacer la Ouija hasta varios años después, cuando ya estaba casada con su marido Guillermo. Carmen le ha contado a Iker Jiménez que se encontraba en su casa de San Sebastián en compañía de unos amigos cuando estos propusieron hacerlo. Carmen, que en primer momento dijo que no, accedió, pero no imaginaba lo que estaba a punto de suceder:
“Apareció una presencia que dijo que me conocía y, por los datos que dio, reconocí en ella a mi abuela Patrocinio, una mujer a la que yo no llegué a conocer pero de la que me habían hablado muchísimo”.
Pero la experiencia más paranormal que Carmen Lomana ha vivido sería sin duda la ocurrida unos días después de la muerte de su marido Guillermo. Carmen estaba profundamente enamorada de su marido, un empresario chileno con el que se casó en San Sebastián y junto al que vivía feliz pese a que no consiguieron tener hijos.
Un día, Carmen despidió a su marido como hacía normalmente: “Le vi guapísimo, tenía plantón, era un tío muy guapo. Iba a una reunión de negocios, pero parecía que iba a una boda. Me dijo que si podía venir a casa a comer me avisaría. Como a las dos no tenía noticias de él me fui a la peluquería porque acabábamos de regresar de viaje”.
Carmen, con la voz aún entrecortada, explica que fue allí donde se enteró de la terrible noticia: su marido había tenido un accidente de tráfico y estaba en la UCI realmente mal. La empresaria le ha contado a Iker Jiménez y a Carmen Porter que ella ese día presintió la muerte del que sin duda fue el amor de su vida.
Carmen Lomana no tiene duda alguna. A los pocos días de fallecer Guillermo, cuando ya se había celebrado su funeral, la presencia de su marido apareció en su casa.
Era de madrugada y Carmen dormía sola en su casa de San Sebastián. De repente, un golpe grande y seco se escuchó en toda la casa. Ella llegó incluso a pensar que se había caído parte de la casa:
“Fue entonces cuando vi aquella luz, como brillante, con la forma de Guillermo. Se acercó hacia mí, yo estaba tumbada en la cama y puso los brazos alrededor de mi cuerpo. Se acercó y sentí como electricidad en mis labios, yo creo que intentaba besarme. Le dije ‘Guillermo tengo miedo’ y desapareció”.