Paqui se ha presentado como una mujer que no ha parado de trabajar toda la vida, que tiene problemas de visión y que hace muy poquito que se dio cuenta de que tenía que disfrutar de la vida. Desde que se jubiló, lleva dos años saliendo a bailar y empezando a arreglarse un poquito “he estado empotrada en la casa”. Le gustaría encontrar en ‘First Dates’ a un tipo noble con el que vivir la vida.

Al ver entrar a Manuel, su cita, se ha sorprendido porque ha visto a un hombre en traje que le ha gustado. Él no está atravesando una época muy buena, pero ha querido salir del bache y volver a enamorarse. Lo mismo que le pasaba a estos dos solteros.

Han comenzado a conocerse preguntándose de dónde eran y han alucinado. Paqui le ha dicho que ella de Linares y cuando Manuel le ha dicho que él también, ha flipado “no me lo creo”. Manuel ha insistido y le ha dicho hasta la calle en la que vivía “me he quedado en shock, es imposible, no me lo creo”. Carlos Sobera se ha acercado a ver qué sucedía y a Paqui le ha entrado la risa “es mi vecino, no me lo puedo creer”.

Todavía flipando, Paqui le ha contado a Manuel que ella iba a un centro de mayores muy cerca de su casa y él le ha dicho que también había estado allí en el baile, pero que llevaba unas semanas que a penas salía de casa, algo que no le gustaba nada. Los solteros han tenido la sensación de que se tenían que haber cruzado millones de veces.

Los solteros no han tenido problema en decirse que se habían gustado y ya se han visto bailando, paseando y hasta viajando juntos. Cuando Manuel le ha dicho que era una mujer bonita, ella le ha dicho que acababa de empezar a arreglarse y a mirar por ella porque se había pasado toda la vida “trabajo, trabajo y trabajo”.

Paqui le ha contado que había estado conduciendo hasta hace seis años, pero que tenía problemas en la vista. Manuel también ha tenido problemas en la vista y le ha confesado que había perdido la visión del lado izquierdo por culpa de un glaucoma. Además, le ha contado que estaba operado de la próstata “Me han dejado estéril” y le ha explicado que ya no sentía nada “¿Eso te importa?”. A Paqui no le ha importado porque ya a su edad, le gusta más un abrazo.

En el reservado, los solteros han bailado un bolerito y se han terminado de conquistar “me parece elegante, guapo y la persona que estaba buscando”. Estaban felices de haber encontrado a alguien especial a sus setenta y tantos años. Eso sí, a la hora de pagar, Paqui le ha dicho que iban a pagar a medias porque ella tenía su dinerito y le gustaba ser libre.