Iker Jiménez reconoce al inicio de este ‘Cierre’ que, de pequeño, no era muy fan de las matemáticas, pero que le gustaban las estadísticas. Le gustaba aplicarla al fútbol. A día de hoy, lo emplea para saber cuántas veces se ha tocado un determinado tema en el programa y cosas similares.
Hace poco, pensó que a cuánta gente habrá entrevistado a lo largo de su trayectoria profesional: “Yo dije que había entrevistado a diecisiete mil personas, pero resulta que me había olvidado a todos los de los libros”. Pero, para Iker, no es tan importante el número ni la manera de calcularlo, sino aquellas entrevistas que no ha podido olvidar.
Iker cuenta que, en alguna entrevista se ha llegado a quedar pálido “porque alguien entraba por la ventana de un noveno piso de una emisora, me ha impresionado entrevistar a personas que estaban encontrando a sus muertos en ese momento en el desierto en Ciudad Juárez, he entrevistado a personas que me han sacado una hoz oxidada porque la entrevista no le gustaba y se ha puesto a perseguir…”.
Y ¿cuál es la entrevista que no olvida nunca? Iker reflexiona sobre la entrevista que nunca consiguió hacer, pero, al responder a esta pregunta le viene a la mente “cuando con once años entrevistamos a los primeros testigos OVNIS de nuestra vida. No sabíamos ni entrevistar, estaríamos en sexto de EGB”.
Se le quedó grabado a fuego y considera que ha debido de haber realizado unas veinte mil entrevistas. “La clave ni es el número ni es la importancia. He entrevistado a gente muy importante y casi todas las claves me las ha dado el pueblo. Me han dado las grandes sorpresas y las grandes lecciones”. La reflexión completa de Iker Jiménez, en el vídeo.