Esta semana, Iker Jiménez ha dedicado su mítico ‘Cierre’ a hablar de esos momentos que por alguna razón han quedado grabados en nuestro cerebro y que no se van por mucho tiempo que pase.
“Hace unos 40 años, en el estadio de Vitoria, yo estaba con mis amigos jugando al fútbol cuando en un momento dado, sobre uno de los asientos, veo un periódico que en su portada habla de misiles soviéticos apuntando hacia Vitoria”.
Iker vivió este episodio con apenas diez años, pero aún recuerda lo que sintió al ver ese titular en plena guerra fría. Hoy en día, aunque de manera distinta, Iker cree que nos encontramos también en un umbral decisivo que puede llevarnos hacia futuros inciertos. Iker analiza cómo el miedo puede paralizarnos:
“Hace unos días me llama Nacho Navarro en shock porque en plena carretera, en la provincia de Granada, ve cómo un coche delante de él se despista y se da contra el quitamiedos. Nacho se baja y comprueba que el quitamiedos ha sesgado la vida de una familia. Nacho habla con la persona que queda viva durante 40 minutos, que es el tiempo que tardó en llegar la ambulancia”. Y es que el miedo no entiende de sucesos