Logo de Cuarto milenio
Cuarto milenio

Logo de Cuarto milenioCuarto milenio

La sesión de hipnosis a Miguel Carcaño: así se comportó el asesino confeso de Marta del Castillo durante la prueba

Si hay un caso en la historia de la criminología que ha traído de cabeza durante años a investigadores y medios de comunicación ese es sin duda el de Marta del Castillo. Marta era una joven sevillana de 17 años que el 24 de enero de 2009 salió de su casa en el barrio de Tartessos de Sevilla para no regresar nunca más.

Tras un arduo trabajo de investigación policial y una lucha incansable de sus familiares, el asesino (según dicta la sentencia) de la joven acabó entre rejas. Miguel Carcaño acabó confesando haber dado muerte a la joven tras una discusión en su domicilio de la calle León XIII, una versión que contaba con algunas lagunas y que no concordaba con el testimonio de otros llamados a declarar.

Tras un juicio tremendamente mediático y dos verdades judiciales distintas, una en el juzgado de adultos y otra emitida por el juzgado de menores, el cuerpo de Marta sigue sin aparecer.

Los investigadores del caso utilizaron infinidad de técnicas para averiguar el paradero de los restos mortales de la joven, entre ellos la hipnosis. ‘Cuarto milenio’ cuenta con el testimonio en exclusiva de una de las personas que estuvo presente en aquel peculiar interrogatorio: Juan Enrique Soto, inspector jefe de la Policía Nacional.

La escombrera de Camas, señalada durante la sesión

Tal y como ha explicado Juan Enrique, Miguel Carcaño fue sometido a una sesión de hipnosis con la que se pretendía esclarecer el paradero del cuerpo:

“Sabemos, según sus declaraciones, que Carcaño tiene recuerdos de lo que pasó aquella noche, pero no los tiene claros. Pensamos en utilizar la hipnosis para que se enfoque en sus recuerdos, para que saque de la profundidad de su mente eso que no era capacidad de recordar. La idea era que durante el trance Miguel fuese recorriendo el itinerario que ya habían peinado decenas de veces los agentes para encontrar una señal, un hilo del que tirar”.

La sesión de hipnosis, autorizada por mandos superiores, se realizó de noche en una comisaría de Sevilla y con la presencia de muy pocas personas. Uno de ellos fue Juan Enrique y así ha relatado en la nave del misterio cómo sucedieron los hechos:

La sesión empezó mal porque el psicólogo clínico que estaba con nosotros le pasó a Miguel Carcaño un cuestionario para detectar simulación de síntomas. En ese cuestionario dio positivo en términos de engaño. Estaba claro que él mentía, estuvimos debatiendo si seguir adelante o no”.