Iker Jiménez reflexiona en ‘El cierre’ sobre esas cosas que le siguen sorprendiendo y dejando perplejo hoy en día porque “supera cualquier misterio milenario” y es entonces recuerda en qué consiste la ventana de Overton, donde aparece, por un lado, lo moralmente admisible y, por otro, lo aberrante.
Para ello, pone un ejemplo: “Hablando de lo de Inocente y su documental, que se convirtió en mujer, entre comillas, ¿es aberrante o no que usted tenga una hija, esté en el vestuario, y que entre un tipo que dice que es mujer, con los atributos al aire y diciendo que es mujer, o es admisible? Luego esa persona podía luego denunciar al gimnasio porque su derecho es pasearse en bolas delante de menores”, se pregunta Iker.
Iker cree que esto “no está muy claro”: “La sociedad cambia, acepta otras cosas, depura su mentalidad, aprende y desaprende, pero imaginen que ciertos poderes descienden, que lo que era admisible, baja a lo que es aberrante. Y si usted no acepta esto, usted no está en lo absolutamente incorrecto”.
“Si usted señala lo que antes era aberrante, será señalado porque es un fascista, un incompetente, un paleolítico… y me pregunto ¿quién maneja esto? ¿Qué factores hacen que lo que era admisible ahora sea aberrante?”, se pregunta Iker. La reflexión completa, en el vídeo.