Sabino está encantado de buscar el amor en ‘First Dates’ y nos ha explicado la gente suele confundirse con los pronombres porque “ven un cuerpo de mujer, no me sometí a ninguna operación quirúrgica, pero yo estoy contento, soy un ser integro”. Le ha contado a Carlos Sobera que nació dentro del cuerpo de Jimena, pero tras una larga lucha, Jimena se ha marchado y que ahora es el momento de Sabino.

En el amor, está buscando “a la persona más maravillosa del mundo, alguien como yo”. Teresa, su cita, se ha definido como una mujer muy simpática “muy payasa” y muy bailona. Al verla, Sabino ha sentido la atracción física y la magia que esperaba “me gustan las mujeres más exuberantes”. Ella por su parte, ha visto a un hombre elegante y muy bien vestido para la ocasión.

Teresa ha llegado de la calle con mucho frío y Sabino no ha dudado en calentarle las manitas con su energía. Ella se ha confundido con el pronombre que ha utilizado, pero a él no le ha importado porque tiene claro que no necesita dañar ninguno de sus órganos para sentirse varón.

Respecto a su nombre, le ha explicado que Roma antes se llamaba Sabino porque era la ciudad en la que estaban encerradas las sabinas hasta que los guerreros las liberaron. A Teresa le ha encantado que Sabino fuera un tipo tan educado y con tantas cosas que contar. De hecho, no ha dudado en decirle que era muy guapo, algo que él “agradezco, pero lo veo en el espejo todos los días”.

Teresa estaba encantada con la energía que le estaba transmitiendo Sabino y ha querido mostrarle sus tatuajes y su espaldita al aire. La soltera se ha puesto en pie para enseñárselo y él ha sentido que estaba monísima con la faldita que había elegido y que tenía un bonito cuerpo, pero que no era lo que a él le gustaba para una primera cita.

Sabino le ha contado que era terapeuta “soy kinepsiólogo, en argentina, un fisioterapeuta”. Ella no lo había escuchado nunca y le ha dicho que ella era jardinera en un cementerio y que también ayudaba en los entierros “Echo ante responsos porque hay veces que viene gente sin nadie”. La soltera nos ha explicado que no le gusta que la gente se marche sola y hace una oración o le dibuja una palomita en la lápida.

Sabina le ha contado que ella había hecho un curso de tanatopractor y que su abuelo tenía una funeraria, pero que no había llegado a ejercer. Una coincidencia que a Teresa le ha encantado porque su profesión suele asustar a sus parejas.

En el reservado, ha sonado la canción ‘Bailar pegados’ de Sergio Dalma y Teresa se ha puesto contentísima porque le encanta bailar. Sabino ha estado encantada de bailar con ella y nos han regalado un momento maravilloso al ritmo de la música “me ha hecho sentir como el Sabino de 18 años”. Ella estaba feliz porque le estaba gustando todo de Sabino, pero él ha tenido que ser sincero y le ha confesado que le había caído muy bien y que le parecía una mujer maravillosa, pero que físicamente no era de su gusto.